Los cuadros del pintor renacentista se encontraban en mal estado después de varias restauraciones y su brillo original, suave y metalizado, estaba oculto bajo capas de polución, repintes chapuceros y barnices oxidados y afectado por diversas influencias ambientales.
Asimismo, 'Adán' y 'Eva', que datan del año 1507, sufrían en sus soportes defectuosos, que habían alterado la percepción de sus tonos y habían abierto grietas pronunciadas en las superficies, como resultado del trabajo ineficaz de sus antiguos 'restauradores'.
Según Maite Dávila, restauradora de Pintura del Museo del Prado, este nuevo lavado de cara supone "la recuperación de unas obras de calidad extrema, con unos brillos que emanan de dentro afuera y han podido ser recuperados, revelando la calidad del trabajo de Durero".
Han conseguido una base ideal para el descanso de los lienzos Durante el proceso de rehabilitación, Maite Dávila ha trabajado con los restauradores de soportes José de la Fuente, del Museo del Prado, y George Bisacca, del Metropolitan de Nueva York, quienes se han dedicado a mejorar las bases de los lienzos.
Para ello, los restauradores han mejorado las estructuras de los cuadros encorvando los soportes hasta lograr una superficie uniforme, consiguiendo, de esta forma, una base ideal para el descanso de los lienzos y ocultando casi por completo las grietas que los amenazaban.20minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario