Me hago eco desde el sentimiento que pese a ser un desconocido,podíamos ser cualquiera,desde la convicción de que no son peleas de tribus,sino agresiones totalitarias,desde la firme idea de que cada agresión es un punto menos de libertad para tod@s.
Esta es la carta de un amigo de una persona agredida por la violencia neonazi,no ocurre todos los días,pero si ocurre con demasiada frecuencia,y los medios solo hablan de ello cuando les interesa cubrir páginas.
Este es un caso más,anónimo,pero real:
“Escribo estas líneas con odio racional y asco desmedido. Acabo de salir de la habitación del hospital donde se encuentra un viejo amigo el cual ayer por la noche se dirigía como tantas otras veces hacia el metro de Cuzco, pero esta vez no llegó a entrar. Segundos antes se había cruzado con 3 nazis que le miraron mal, él pasó, poco después fue cobardemente asaltado por detrás recibiendo tres puñaladas en una nalga y una cuarta que brutalmente le atravesó la mano izquierda.
Mi amigo es músico, tocar la guitarra ha sido desde muy pequeño su mayor pasión, tener el pelo largo y pasar por aquel sitio tras el partido de fútbol Real Madrid-Almería, le ha provocado que posiblemente pierda sensibilidad en el nervio de la mano que esos tres cerdos le apuñalaron. Aún así estamos felices, pues podríamos decir que ha tenido suerte y sigue sonriendo, otras/os no pudieron volver a hacerlo.
Ésta ha sido otra más de la cantidad de agresiones fascistas que suceden en Madrid y su área metropolitana así como en tantos otros lugares donde el nazismo sigue haciendo actos de presencia gracias a la impunidad de la que goza por parte de la Policía, la “Justicia” y los Gobiernos de turno. Éstos no solo miran hacia otro lado, sino que además reprimen a quienes luchamos por la eliminación del fascismo.
No nos dais ningún miedo, vamos a seguir a pie de calle peleando por una sociedad más justa en la que todas/os somos iguales y en la que nadie es más que nadie.”
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