Los hijos de Carlos están contentos porque su papá les ha llevado a comer de restaurante. Lo que no saben es que su papá les ha contado una pequeña mentira, porque el restaurante no es tal, sino un comedor para desempleados de Móstoles, el primero de este tipo que hay en España: "Se lo he contado así para que no se preocupen, no sé si sabrían asimilarlo", dice.
La mentira parece piadosa, como la de los Reyes Magos. Pero la realidad no lo es tanto. El Ayuntamiento mostoleño (PP) abrió este lunes el local alarmado ante el aumento de la cifra de parados en el municipio, que en un año ha pasado de 9.000 a 15.000 personas.
"No paraban de venir a pedirnos ayuda", asegura la edil de Asuntos Sociales.
Este comedor está pensado para este tipo de familias, aunque tendrán prioridad aquellas con hijos a su cargo y las que tengan a todos sus miembros en paro , que en la región ya son 39.800 (un 3,92 % del total. Hace cuatro años eran tan sólo el 1,84%).
300 comensales diarios
Poco después del mediodía de este lunes ya había cola para entrar a recoger el menú. No son más de 30 personas, aunque el Ayuntamiento estima que con el paso de los días se atiendan a unos 300 comensales diarios.
El menú han sido lentejas con chorizo, cinta de lomo, ensalada y gelatina, aunque existe otro alternativo para los que no puedan tomar carne.
Carlos (34 años) ha optado por las lentejas con chorizo. Es la primera vez que acude a un sitio así. Ni siquiera sabía que existía, "me enteré por un anuncio en la prensa", afirma.
Antes trabajaba en un centro comercial, pero se quedó sin empleo el pasado 22 de diciembre, cuando viajó a Perú a recoger a sus hijos para traerlos a España. "En el trabajo me aseguraron que no habría problema, pero cuando volví me dijeron que no me iban a contratar de nuevo, y encima no tengo derecho a cobrar el paro porque abandoné de forma voluntaria".
Comidas y desayunos
Esta iniciativa se lleva a cabo en la sede de la Hermandad de San Simón de Rojas (calle Sevilla, 19), desde donde hace más de 15 años se dan desayunos a las personas más desfavorecidas del municipio, sobre todo indigentes.
Pero la gente que acude a mediodía es muy distinta a la de la mañana. Se trata sobre todo de clase media, que cada vez recurre más a la beneficencia agobiada por la crisis. De hecho, Cáritas atiende a un 21% más de familias que piden comida y ropa que el año pasado, tal y como publicó 20 minutos el pasado 22 de octubre.
"Los traje para una vida mejor"
Carlos es uno de los que se encuentra en esta situación. En Perú trabajaba diseñando prótesis dentales. "Mira, éste me lo hice yo", nos comenta, a la puerta de la sede, mientras se señala un incisivo. También dice que volverá a venir, otra vez con sus tres hijos, de 13, 6 y 3 años, que han disfrutado con el menú. "Los traje para darles una vida mejor, pero ahora creo que no fue tan buena idea".
Sacado de 20 minutos.
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